La paraeidolia del amor... la razón por la cual le podemos encontrar un sentido a esa palabra que se llama "Amor" que ninguno de nosotros sabemos a ciencia cierta definir pero todos sabemos que existe... algo así como la crisis financiera, el alma o el infinito.
El amor es definido en varios poemas de Pablo Neruda, de Mario Benedetti, es más hasta de el buen Nezahualcoyotl. Es definido como una de las pasiones humanas dicen algunos que con la misma intesidad del odio, neurologicamente y biologicamente ocupan el mismo sitio...
El amor libera endorfinas, hace que tus sentidos se despierten... es dicen los más puros pensadores y los grandes cantantes que "es el mar que no tiene final es la gloria y la paz." Algunos más lo definen como dar la libertad a lo que amas de que sea libre, que la libertad más pura es el amor que libera y que deja que la escencia del ser intacta.
El amor es dicen los estadístas y pechos fríos "La fuerza imaginaria que creo el hombre para no aventarnos de las ventanas en actos suidicidas". El amor dicen las religiones que es lo que mantiene a este mundo unido, lo que hace que el mundo gire.
El amor es el concepto más subjetivo y particular que existe... lo más relativo de este universo pero al mismo tiempo la razón que nos hace ser humanos... la pasión que nos da el sentido sobre este universo...
El amor... es según este pareidolico... lo que logra que el hombre sea hombre.. la brújula que mantiene el sentido de este mundo. El amor es... un sentimiento que todos sentimos diferente, que evoluciona mientras el hombre mismo se desarrolla.
El amor no es nescesariamente una idea, un sentimiento o un ideal. El amor es más que eso, es más que una fuerza... es el origen mismo del hombre como ser conciente, la pasión de las cual brotan todas las interpretaciones de la vida.
Si la existencia del hombre mismo es una idea contra natura... el amor es la antitesis de esta idea. Porque para el amor, el hombre lo es todo y la naturaleza es la nada...
El amor es simplemente eso... el todo que le dio sentido a la nada...
